El proceso
enseñanza-aprendizaje constituye un verdadero par dialéctico en el cual y,
respecto al primer componente, el mismo se debe organizar y desarrollar de
manera tal que resulte como lo que debe ser: un elemento facilitador de la
apropiación del conocimiento de la realidad objetiva que, en su interacción con
un sustrato material neuronal, asentado en el subsistema nervioso central del
individuo, hará posible en el menor tiempo y con el mayor grado de eficiencia y
eficacia alcanzable, el establecimiento de los necesarios engramas sensoriales,
aspectos intelectivos y motores para que el referido reflejo se materialice y
concrete, todo lo cual constituyen en definitiva premisas y requisitos para que
la modalidad de Educación logre los objetivos propuestos.
La
Neuroeducación y sus implicaciones.
La
neuroeducación es una ciencia que estudia por medio de procesos neuronales, mentales
y fisiológicos del cuerpo humano, el mejoramiento del proceso educativo hasta
alcanzar un verdadero aprendizaje significativo, intuitivo, y saludable que
estimula el pensamiento integral del ser humano. Los frutos de dicha ciencia
han permitido de manera armónica estimular las capacidades neuro-cerebrales que
optimizan el proceso de la información, organización, recuperación y
transformación del conocimiento en un sistema de representación, tales como
memoria, inteligencia (múltiple), emociones, conductas, entre otros.
En la
neuroeducación está implícita la neurociencia cognitiva ya que por medio de
ella se estudia los mecanismos neuronales que se activan con cada proceso de
aprendizaje.
La neurociencia
es la disciplina que estudia la estructura, función, desarrollo, la química, la
farmacología y la patología del sistema nervioso y de cómo los diferentes
elementos nerviosos interactúan y dan origen a la conducta. Gracias a ella y a
las distintas corrientes neurofisiológicas se han descubierto las actividades
funcionales del sistema nervioso, pudiendo así determinar el comportamiento de
los hemisferios cerebrales, buscando establecer la importancia del cerebro en
el proceso de aprendizaje.
Definir el
Aprendizaje no ha sido tarea fácil, por lo que existen gran cantidad de
conceptos, tantos como teorías que lo explican. Para poder entender los estilos
de aprendizaje es necesario explorar las diferentes teorías que subyacen en
ellos. Sin embargo, antes de explorar dichas teorías, se puede decir que el
aprendizaje es un proceso de adquisición de una disposición, relativamente
duradera, para cambiar la percepción o la conducta como resultado de una
experiencia.
LOS
PROCESOS MENTALES QUE FACILITAN EL APRENDIZAJE
Después
de varias investigaciones en el ámbito de la psicología surge la revolución
desde la perspectiva cognositivista (Atkinson y Shiffrin) que demuestra que hay
procesos mentales que facilitan el aprendizaje.
Se
demuestra que el aprendizaje ocurre en el cerebro, la información llega a la
memoria proveniente del ambiente y ahí se almacena para ser utilizada
subsiguientemente. Posterior al proceso de almacenamiento de información en la
memoria se logra el conocimiento.
ü En psicología memoria es la capacidad de almacenar, retener y
recordar información. La memoria resulta de las conexiones sinápticas entre las
neuronas y existen dos tipos de memoria: memoria de corto plazo y de largo
plazo. Las neuronas son células que sirven de receptoras de estímulos y
conductoras del impulso nervioso.
Los
neurocientificos han comprobado que el cerebro tiene la capacidad de adaptarse
y cambiar como respuestas a las demandas del ambiente.
El
grado de plasticidad o modificación depende del tipo de aprendizaje por ejemplo
la memoria a largo plazo provocaría una modificación más profunda.
Según
Piaget entre otros, a comprobado que la plasticidad dura toda la vida, pero que
esta es más sensible para la creación de nuevas sinapsis en algunos periodos
por ejemplo la infancia.
ü En la niñez la plasticidad es sensible a los estímulos sensoriales,
sonidos y el habla, mientras que en la adolescencia el cerebro aun está en
proceso de cambio y los estados emocionales influyen en el aprendizaje, ya en
la adultez la experiencia con una tarea puede reducir la actividad cerebral.
Factores
cotidianos como la nutrición, las interacciones, el sueño, la calidad del
ambiente social y el entorno afectan el funcionamiento del cerebro. La
neurociencia ha comprobado que las emociones esculpen la corteza cerebral. La
capacidad del ser humano para controlar ciertas emociones pueden facilitar los
procesos de aprendizaje y cognición.
NEUROFISIOLOGÍA
Y NEUROPEDAGOGÍA
Las concepciones
neurofisiológicas han descubierto que el comportamiento cerebral del individuo
está indisolublemente ligado al estilo de aprendizaje de éste; que según la
forma del funcionamiento o estado fisiológico del cerebro, del subsistema
nervioso central en un sentido más general, serán las características, particularidades
y peculiaridades del proceso de aprendizaje del individuo.
ü La unidad estructural y funcional del subsistema nervioso central es
la neurona. El principal representante del mismo es el cerebro, constituido por
aproximadamente 10 000 millones de neuronas, altamente especializadas y, a la
vez, interrelacionadas entre sí, conformando una red compleja y con
posibilidades de recibir información, procesarla, analizarla y elaborar
respuestas.
En el proceso de
aprendizaje que lleva al conocimiento de aspectos concretos de la realidad
objetiva, el influjo o entrada de información tiene lugar a través de
estructuras especiales conocidas con el nombre genérico de receptores o
analizadores sensoriales, como son el visual, el auditivo, el táctil, el
gustativo y el olfatorio. En estos analizadores, debidamente estimulados, se
originan señales electromagnéticas (llamadas potenciales de acción) que son
derivadas hacia el subsistema nervioso central por vías centrípetas
especificas; precisamente las referidas señales electromagnéticas son las
portadoras de la información que del cambio ocurrido en el entorno del
individuo llega finalmente a diferentes áreas o fondos neuronales del
subsistema nervioso central donde dejan una huella.
Esta huella es
reflejo del cambio ocurrido que, de producirse en base o como consecuencia de
determinada cantidad y calidad de información recibida, quedará retenida en
forma de memoria neuronal y que expresa fenoménicamente, en el contexto del
proceso enseñanza-aprendizaje, como conocimiento, fruto de lo que se ha
aprendido a punto de partida de una estimulación adecuada, en cantidad y
calidad, de los ya mencionados analizadores sensoriales, por separado o en
grupo.
El cerebro
constituye, en su conjunto, el sustrato material de la neuropedagogía centrada
en la interacción entre el referido órgano como tal y el comportamiento de los
sistemas de aprendizaje, en los cuales las neuronas se relacionan
funcionalmente a través de las estructuras sinápticas para establecer cadenas,
más o menos largas según el número de integrantes, y constituir así los
llamados engramas sensoriales o de influjo informacional y los de tipo motor
(que tienen como sustrato material a vías centrífugas que partiendo del
subsistema nervioso central llegan a los efectores), en correspondencia con las
respuestas emitidas a punto de partida de situaciones informacionales
específicas o de otras parecidas.
Tomando en
cuenta todos estos descubrimientos y destacando la importancia desde el punto
de vista pedagógico, se pueden resumir en ocho tendencias o teorías que
explican el aprendizaje, así tenemos:
Teorías Conductistas, Teoría Cognitiva, Teoría de Sinérgica, Topología de R. Gagné, Teoría Humanística, Teorías Neurofisiológicas, Teorías de la Elaboración de la Información,
enfoque Constructivista.
CONCLUSIÓN
Cada una de
estas concepciones antes mencionadas nos hacen pensar que aún hoy en día es
necesario ampliar el estudio sobre la neurociencia y sus implicación en las
disciplinas pedagógicas para llevar a cabo un mejor y mayor proceso en la
educación que conlleva a resultados, altamente eficientes. Tomando en cuenta en
nuestra didáctica los conceptos ya descubiertos sobre la sensibilización, percepción,
confirmamos que los procesos de aprendizaje del ser humano comienza en el
sistema límbico del cerebro y a través de los sentidos; lo que nos lleva a
tomar en cuenta las estrategias afectivas, el ambiente, el entorno y las
características peculiares del individuo como ser que siente y piensa.
Otro aspecto a
contemplar es las distintas etapas evolutivas del individuo, su maduración y
que para el desarrollo de cada una de nuestras capacidades deben tomarse en
cuenta las mismas. De allí que, no solo se debe enfatizar los aspectos
académicos sino también los emocionales, actitudinales que eviten situaciones
de estrés, baja autoestima, falsas expectativas, y nerviosismo que pueden
perturbar los procesos de aprendizaje.
Resumen
El proceso enseñanza-aprendizaje constituye
un verdadero par dialéctico en el cual y, respecto al primer componente, el
mismo se debe organizar y desarrollar de manera tal que resulte como lo que
debe ser: un elemento facilitador de la apropiación del conocimiento de la
realidad objetiva que, en su interacción con un sustrato material neuronal,
asentado en el subsistema nervioso central del individuo, hará posible en el
menor tiempo y con el mayor grado de eficiencia y eficacia alcanzable, el
establecimiento de los necesarios engramas sensoriales, aspectos intelectivos y
motores para que el referido reflejo se materialice y concrete, todo lo cual
constituyen en definitiva premisas y requisitos para que la modalidad de
Educación logre los objetivos propuestos.
La neurociencia
es la disciplina que estudia la estructura, función, desarrollo, la química, la
farmacología y la patología del sistema nervioso humano y de cómo losar diferentes
elementos interactúan y dan origen a la conducta dentro del contexto del
aprendizaje. Mientras que la neuroeducación es una ciencia que estudia por
medio de procesos neuronales, mentales y fisiológicos del cuerpo humano, el mejoramiento
del proceso educativo hasta alcanzar un verdadero aprendizaje significativo,
intuitivo, y saludable que estimula el pensamiento integral del ser humano.
Estas disciplinas nos permite definir al aprendizaje como aquel proceso de
adquisición de una disposición, relativamente duradera, para cambiar la
percepción o la conducta como resultado de una experiencia.
Gracias a estas
ciencias conocemos hoy que el aprendizaje ocurre en el cerebro, la información
llega a la memoria proveniente del ambiente, y percibida por los sentidos, por
lo que hay que tomar en cuenta en nuestra didáctica los conceptos ya
descubiertos sobre la sensibilización, percepción, confirmamos que los procesos
de aprendizaje del ser humano comienza en el sistema límbico del cerebro y a
través de los sentidos; lo que nos lleva a tomar en cuenta las estrategias
afectivas, el ambiente, el entorno y las características peculiares del
individuo como ser que siente y piensa.
Otro aspecto a
contemplar es las distintas etapas evolutivas del individuo, su maduración y
que para el desarrollo de cada una de nuestras capacidades deben tomarse en
cuenta las mismas. De allí que, no solo se debe enfatizar los aspectos
académicos sino también los emocionales, actitudinales que eviten situaciones de
estrés, baja autoestima, falsas expectativas, y nerviosismo que pueden
perturbar los procesos de aprendizaje.
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